Descubre los Estrenos Literarios para el Mes de Enero

Descubre los Estrenos Literarios para el Mes de Enero

Descubre a los estrenos literarios del mes.

“El estilo de los elementos” – Rodrigo Fresán 

Un fantasma viral recorre el mundo y lo contagia sin remedio con el olvido a la vez que lo inmuniza contra toda creencia en el ayer. Y el muy paciente Land -haciendo y deshaciendo memoria- se mueve a lo largo y ancho de su propia historia y de la de quienes rodean y acorralan y jaquean su infancia y adolescencia y madurez a los largo y ancho de tres Grandes Ciudades.
Bienvenidos -de todo corazón- al REC y al REW y al PLAY sin STOP de libros a robar o abandonar o destruir, de fiestas hipnóticas y de funerales en trance, de padres insomnes que sólo quieren ser mejores amigos y de «hijos de… » que sólo sueñan con poder dormir un poco, de Big Vaina y de Nome, de amores que no matan ni mueren sino que se inmortalizan, de escritores fantasmas y de lectores poco confiables, y de verdades y mentiras y secretos escritas o corregidas en azul y rojo.

“La lealtad de los caníbales” – Diego Trelles Paz

Un camarero nikkei cuyo padre fue asesinado por un escuadrón paramilitar y espera tranquilo su venganza, una cocinera que predice el futuro de los hombres leyendo sus traseros y se enamora de una mujer, un comandante de la policía drogadicto al que persigue su pasado y un presente marcado por el crimen, un sacerdote catalán –bello y oscuro– cuyo mentor arrastra algo más que sospechas de pederastia, una colombiana que llega a Lima huyendo de la violencia y abre una peluquería, un empresario textil obsesionado con el grupo de chicha Los Shapis, una enigmática mujer entristecida que sueña con ratas, y un joven adicto al porno de abuelas que trabaja como troll fujimorista y sueña con escribir la gran novela peruana del bicentenario, de la que apenas tiene el título: La lealtad de los caníbales.

“Metempsicosis” – Rodrigo Rey Rosa

Un escritor despierta en un cuarto amplio con grandes ventanas que dan al mar, una habitación blanca y tranquila de la que no puede salir. Está en un hospital psiquiátrico en Grecia y no recuerda nada, pero en su mesita de noche encuentra un manuscrito que explica cómo llegó hasta ahí. Había pasado varios días deambulando por Atenas, empeñado en traducir unos antiguos documentos protegidos por dos hermanos siniestros y conversando sobre la vida después de la muerte con un vagabundo vestido con túnica de filósofo en pleno invierno.
Cuando finalmente mejora, su psiquiatra decide mandarles a él y a un viejo conocido a investigar una religión antiquísima y perseguida que predica la migración de las almas. En ese ámbito del mundo cabría volver a creer en la vida eterna, pero el amor de la joven Jaín puede poner en riesgo hasta la mente más cuerda.

“Hijos del Sol y la Luna” – Cecilia Agüero

En los pueblos de la costa, el mundo está bien delimitado, y no solo por el dios Serpiente, el Elisio, que cruza la tierra y ofrece sustento a sus poblaciones. Los hijos del sol están de un lado, y los hijos de la luna, del otro. Su odio se remonta varias generaciones, y es el río el que consigue amainar la rivalidad y el dolor.
Sin embargo, cuando en Ciudad Real decidan dar un perezoso paso en favor de la paz, los hijos del sol abandonan su tierra yerma y arrasada para convivir con los hijos del sol, y Cati se encuentra cara a cara con la personificación de todos sus miedos. A pesar de que su hermana Cila intente mantenerla al margen de los recién llegados, Cati descubrirá que el rencor que sienten los suyos por esos hombres extraños en realidad no le pertenece. Por el contrario, desea saber qué es lo que los hace tan diferentes y, en especial, quién es el muchachito llamado Marco que no deja de cruzarse en su vida. Cila tratará de alejarla de él, sin darse cuenta de que su destino comienza a enredarse con el de Fabian, el futuro líder de los pálidos hijos de la luna.
A través del contacto con los del otro lado, el equilibrio en el mundo de Ipati parece no querer llegar, quebrado por prejuicios, odios profundos y temores mal mezclados que Cati y Marco deberán superar para poder demostrar que la paz es posible y el mundo está listo para un acercamiento real. ¿Serán capaces de convencer incluso a sus afectos más cercanos, Cila y Fabian, que lucen dispuestos a detestarse por el resto de la eternidad?

“El hechizo de verano” – Virginia Higa

La felicidad puede encontrarse en una pista de patinaje sobre hielo, no importa las veces que caigas ni lo estrepitosas que sean las caídas. En hacer un muñeco de nieve, o en revisitar argumentos para convencer a una amiga rusa de lo apasionantes que son las novelas de Jane Austen, o en descubrir el erotismo de los Juegos Olímpicos mientras se intenta aprender a tirar con arco y flecha. «Qué maravilla estar entre humanos y no entender nada», afirma Virginia Higa en el primer párrafo, regalándonos casi sin proponérselo una contraseña de lectura para este libro repleto de asombros e impresiones.
Unos meses antes de publicar Los sorrentinos, su aclamada primera novela, Virginia Higa se fue a vivir a Estocolmo, en donde formó una familia y comenzó a escribir estos textos que combinan de manera personalísima el ensayo y la crónica como una forma de dar cuenta de cómo es vivir en un país de noches largas y abundancia de vocales. Un recuento de los amigos y amigas que recibe en su casa sueca la lleva a una hermosa reflexión sobre el sentido de la hospitalidad. La crianza de un niño pequeño, a descubrir los límites de una sociedad así como alianzas inesperadas. En la senda de sus admiradas Hebe Uhart, Natalia Ginzburg y Wisława Szymborska, Virginia Higa puede posarse tanto en las pequeñas como en las grandes cosas y no hace distinción entre la curiosidad intelectual y la experiencia sensible.
El hechizo del verano es una invitación a abrir la mirada y a dejarse encantar por el humor, la inteligencia y la enigmática belleza de las palabras, como en las buenas conversaciones.

“La cocinera de Frida” – Florencia Etcheves

Nayeli, una joven tehuana que ha huido de su hogar, llega a la ciudad de México desamparada. Gracias a sus maravillosos dotes en la cocina encuentra un lugar en la Casa Azul, donde Frida Kahlo vive prácticamente aislada desde el fatal accidente que la dejó paralítica. Entre sabores, aromas y colores, la pintora y su nueva cocinera inician una amistad que marca profundamente el destino de ambas. Muchos años después en Buenos Aires, donde Nayeli se asentó e hizo una familia tras la muerte de Frida, la nieta de ésta descubre un secreto que puede cambiarle la vida: la existencia de un misterioso cuadro donde su abuela es la protagonista, pero cuyo autor se desconoce.

“El caballo dorado” – Sergio Ramírez

Esta es la historia de una princesa de la nobleza rural de los Cárpatos que llevaba una férula ajustada con tornillos de cabeza avellanada y correas de vaqueta en la pierna izquierda. De un peluquero escultor de caballos, de barba frondosa abierta en dos alas, que creía haber inventado el carrusel. De un factor de comercio, también de barba frondosa en dos alas, que se creía hijo del emperador Maximiliano. Y de un cocinero hablantín y marrullero que salvó de morir a un dictador. El peluquero inventor termina sus días envenenado y su cadáver es lanzado al fondo de un río. El factor de comercio termina los suyos frente a un pelotón de fusilamiento. Y el cocinero tiene su fin arrastrado por una embravecida corriente de lluvia, en estado de ebriedad. Empieza en 1905 en la aldea de Siret, entonces territorio del Imperio austrohúngaro, y acaba en Managua en 1917, bajo la ocupación militar de los Estados Unidos, con una conspiración de final inesperado.

“El vacío en el que flotas” – Jorge Franco

La explosión de una bomba y la desaparición de un niño trenzarán de manera ineludible el drama de los protagonistas de El vacío en el que flotas, y entonces seremos testigos -en este juego de ficciones en el que una historia parece desarrollarse dentro de otra, como en un set de muñecas rusas- de tres relatos que comparten un mismo personaje. En el primero, una joven pareja pierde a su hijo pequeño en un atentado terrorista: la madre sobrevive, pero del niño no queda ningún rastro. En el segundo, un joven y desconocido escritor gana un importante premio literario: ahora disfruta y padece la fama lejos del hombre que lo crio, un ser enigmático pero lleno de compasión y ternura, una especie de artista de la noche que, ataviado de mujer, siempre aspiró a dedicarse a cantar en su propio cabaré. Y en el tercero, aquel hombre que se rebusca la vida, y a veces se viste de mujer, de repente llega a su pensión con un niño perdido: explica que los padres del pequeño murieron en un accidente y que él debe cuidarlo, pues es su única familia. Así, las tres historias se van entrecruzando, emergiendo unas de otras, para provocar una lectura intensa e intrigante que se pregunta por aquellos que nos dejan con el peso de su ausencia.