Miguel Ángel Asturias – Premio Nobel de Literatura Latinoamericana destacado de Abril

Fue un periodista, poeta, narrador, dramaturgo y diplomático guatemalteco, considerado como uno de los protagonistas de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Precursor en nuevas técnicas narrativas, también fue un exponente del denominado “realismo mágico”, como García Márquez.

Nació el 19 de octubre de 1899. Se recibió de Bachiller y ya por esa época es que comenzó a escribir y realizó el primer borrador de una historia que más tarde se convertiría en la novela El señor presidente. Después de un año de estudio de medicina en la universidad, cambió de carrera y finalmente obtuvo su título de abogado en 1923. Además, recibió el Premio Gálvez por su tesis sobre la problemática de los indígenas.
El primer libro publicado de Asturias fue Leyendas de Guatemala (1930), una colección de nueve historias que exploran los mitos mayas de la época precolonial, así como temas que se refieren al desarrollo de una identidad nacional guatemalteca. Por su parte, su célebre novela El señor presidente (1946) retrata a un típico dictador latinoamericano. Su obra maestra es quizá Hombres de maíz (1949), novela en la que se aprecian las voces y los rostros de la injusticia, pero en términos de cruda explotación colonial. En esta misma línea se encuentran dos de sus principales obras: Mulata de tal y Tres de cuatro soles, en las cuales el autor incorpora a su novelística sus conocimientos antropológicos sobre mitología maya.
 
Asturias también se caracterizó por el compromiso social. Se opuso abiertamente a la dictadura de Estrada Cabrera, y más tarde se desempeñó como embajador de Guatemala en varios países de América Latina y Europa.​ Sus opiniones políticas se reflejan en varias de sus obras e incluyen: la colonización española de América Latina y el declive de la civilización maya; los efectos de las dictaduras políticas en la sociedad; y la explotación del pueblo guatemalteco por empresas agrícolas extranjeras.
Falleció en 1974. Luego de su muerte, el gobierno reconoció su contribución a la literatura guatemalteca mediante la creación de premios literarios y becas en su nombre. Uno de ellos es el premio literario más distinguido del país, el Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias”.