Trece años atrás, Patricio Pron decidió contar por fin una historia que había intentado olvidar por todos los medios: la de cómo la enfermedad de su padre lo obligó a regresar a su ciudad natal –un osario, en su expresión– y de qué manera ese retorno lo confrontó no sólo con un lugar que en nada se asemejaba al que había dejado, sino también con el pasado trágico de su país y de su familia. ¿Por qué había querido desterrarlo de su memoria? ¿De qué huía? ¿No era precisamente esa huida la que lo había convertido en escritor?
A partir de conversaciones en los pasillos del hospital, de fotografías familiares y de la investigación de un asesinato realizada por su padre; de filmes, artículos de prensa, sueños y recuerdos involuntarios de una intensidad devastadora, Pron reunió las piezas de un puzle en el que sus padres y él ocupaban los extremos de una historia de agitación política, violencia estatal, desapariciones y deudas. De ellas surgió un relato sobre la memoria, la verdad, la compasión y la justicia que resuena poderosamente en tiempos como los nuestros, de negación y olvido.
Poco después de su publicación, El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia ya era el libro más importante de su autor, había sido traducido a diez idiomas, editado en veinticinco países y aclamado por la crítica. Pero había más para decir, y esta extraordinaria novela sobre los lazos que se tejen entre generaciones es publicada ahora en una nueva versión, corregida y ampliada, que ofrece, además, medio centenar de fotografías nunca antes exhibidas y un nuevo epílogo.